Me sugiere un compañero que escriba algo en relación con los falsos maestros o profetas que menciona Jesús en La Biblia.
Ambos coincidimos en la importancia del discernimiento a la hora de creer en algo.
Personalmente no creo a pies juntillas lo que dice la Biblia. No sabemos a ciencia cierta que eso lo dijera Jesús o si lo inventaron los seguidores de Constantino.
La Biblia fue modificada y tergiversada a raíz del Concilio de Nicea, por lo que no sabemos a ciencia cierta qué cosas dijo Jesús, qué cosas no dijo y que cosas dijo pero que no están en la Biblia pues muchos evangelios considerados apócrifos, se eliminaron, y otras opiniones acerca de Jesús, se tacharon como herejía.
No soy quién para juzgar a Constantino, y no le juzgo a él, sólo expongo los hechos que he estudiado. Él hizo lo que creyó correcto en su momento y gracias a Él probablemente el cristianismo y las palabras de Jesús llegaron a nosotr@s, aunque repito, no sé de qué forma, de la mejor que se pudo, pero llegaron.
Para mí cualquier cosa que diga un ser humano, es eso, algo que ha dicho un ser humano. Es decir, opinión subjetiva. Incluso la ciencia es opinión subjetiva porque es la percepción de un conjunto de personas a los que llamamos científicos, porque han encontrado hechos que se repiten un cierto número de veces. Como sugiere el filósofo Hume, ¿qué pasaría si alguien tocara un día el fuego y este no quemara? Esto se puede aplicar a cualquier ley científica, como ya se ha demostrado cuando se han rebatido algunas teorías de Newton e incluso del mismo Einstein.
Por ello creo que todos nuestros actos están motivados por la fe. Fe en Einstein, fe en la Ciencia, fe en la Medicina Occidental o en la Medicina Oriental, fe en el conductor de al lado, fe en ING, en Nestlé o fe en Jesucristo.
Tod@s somos maestr@s y tod@s somos alumn@s. Cada uno es libre de fiarse de quien quiera o de lo que quiera. Y cada uno es libre de predicar aquello en lo que cree (siempre desde el respeto a otras creencias) Aunque debe responsabilizarse de las consecuencias de sus actos.
Mi sugerencia es confiar en nuestra INTUICIÓN y desarrollarla.
¿Cómo podemos saber si estamos ante un buen maestro? Oservémosle.
Observemos su conducta con su familia, con sus iguales, su paz interior, sus obras, su trascendencia, su coherencia, si discrimina a otr@s seres humanos por no comulgar con sus creencias o ideología... y sobretodo si consideramos que está en un lugar donde nosotr@s queremos estar. Este será un maestro completo.
En cualquier caso, una advertencia: no rechacemos como maestr@ a alguien que sea imperfecto. Porque tod@s l@s human@s somos imperfectos. Y recordemos que tod@s somos maestr@s. Tod@s hemos venido aquí con algo que compartir, algo que enseñar y algo que aprender.
Una persona con quien tienes muy poca afinidad en lo que se refiere a ideologías o creencias, te puede enseñar a encontrar una pareja, a moverte en el plano físico, a alcanzar la Paz Interior, a conducir un todoterreno o a jugar al tenis. Un yogi a lo mejor no te puede enseñar a tocar la guitarra.
Por lo tanto mi sugerencia es: discierne pero no excluyas. Aquello que excluyes puede esconder el más importante de tus aprendizajes.
Personalmente no he tenido miedo a probar muchas cosas (drogas no me he atrevido y no me apetece, porque considero que tienen un poder tal que se me escapa a mis capacidades, a parte de que he visto algunas catástrofes en personas que apreciaba). He probado la vida del heavy metal, la del tecno, la vida anárquica, la vida ordenada, el comunismo, el capitalismo, el catolicismo, el protestantismo, el hinduismo... porque he vencido mis miedos y he permanecido con una mente abierta. Y de momento he elegido lo que se conoce como la New Age.
La New Age es un movimiento de libre pensamiento. Cada cree en lo que quiere creer. Y no dudo que no haya cantamañanas, como los hay en todas partes. Pero en la New Age es donde más cantamañanas hay. ¿Por qué? Porque hay LIBERTAD!!!!!
La New Age es como Internet, como la Vida... la LIBERTAD conlleva RIESGO y RESPONSABILIDAD.
Aunque lo fácil ha sido lo que hemos hecho hasta ahora: creer lo que unos pocos nos dicen porque están en el poder.
Yo elegí seguir a algunas personas cuyos discursos me inspiran: Krishna, Jesucristo, Buda, Mahoma, Sócrates, Platón, Aristóteles, San Juan de la Cruz, San Francisco de Asís, Santa Teresa de Jesús, Dalai Lama, Mahatma Gandhi, Santa Teresa de Calcuta, Mahavatar Babaji, Lahiri Mahasaya, Sri Yukteswar, Paramahansa Yogananda, Einstein, Krishnamurti, Eckhart Tolle, Deepak Chopra, Louise Hay, Wayne Dyer, Joe Dispenza, Gregg Braden...
Siempre me he rodeado de personas que me han dicho: cuidado con esto, cuidado con lo otro... Aunque por suerte, he tenido el coraje para seguir mi Intuición.
Aunque lo que voy descubriendo en la PRÁCTICA es que en lo profundo de mi Ser están todas las respuestas, y el camino que más Paz Interior me está dando es la MEDITACIÓN.
Amén. Amin. Om. Sat Nam. Namasté.