Quienes me conocéis sabéis que soy filósofo, cristiano, budista, paramahansiano, creyente y al mismo tiempo agnóstico. Soy una persona que he tratado siempre de buscar la coherencia de mis creencias y afirmaciones, ya que durante muchos años he sido creyente por convención y no por convicción hasta que una buena amiga me ayudó a despertar y reflexionar.
Me gustaría desearos que esta Navidad la aprovechéis como una excusa para realizar un proceso proactivo de dar un paso más en el despertar de vuestra conciencia y busquéis un significado a la Navidad que sea válido para vosotr@s y que sea coherente con vuestras creencias.
Que aquell@s a quien no os gusta la Navidad, le déis una vuelta de tuerca y tratéis de aceptarla y transformarla con la conciencia de que cada un@ de nosotr@s creamos la Historia, los mitos y las tradiciones con nuestros actos. Se me ocurre que podemos crear belenes o decoraciones innovadoras (siempre desde el respeto a la diversidad de creencias), pero sobre todo utilizar nuestro poder interior y nuestra creatividad para hacer algo bueno de ella. El Arte es una forma de utilizar el simbolismo para hablar con nuestro subconsciente.
Creo que la Navidad es una oportunidad de recordar a un ejemplo de ser humano conocido como Jesús de Nazaret, que nos trajo valores positivos de amor, respeto, solidaridad, empatía, fortaleza, fe... valores que independientemente de aquello en lo que creamos, son valores necesarios y que nunca deberían pasar de moda.
Una de mis frases favoritas de la Biblia (e insisto en que soy agnóstico) es:
"En verdad, en verdad os digo: quien crea en mí, hará también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre." Juan 14:12
Es decir, que nosotr@s tenemos los mismos poderes que él, por mucho que las iglesias (que queriendo o sin querer han tergiversado la realidad de las religiones), nos hayan hecho creer lo contrario. Que si vamos al Padre (a la Energía Universal, Chi o Ki, que está en nuestro interior) podemos desarrollar un gran poder interior, para sanarnos y sanar a l@s otr@s.
El poder del ser humano es ilimitado, y debemos actuar de manera proactiva, dejando de ser títeres del consumismo y crear el mundo que soñamos cada día, recuperando los valores humanos y perennes que tanto hacen falta en este momento donde parece que estamos poseídos por bienes materiales que no hacen más que hacernos cada vez más pobres en vez de más ric@s.
Seamos creatives* y proactives y utilicemos la oportunidad que nos da la Navidad, para ser más amoros@s, primero con nuestra familia y amigues y después con l@s demás, no olvidando nunca que hay personas que de verdad lo están pasando muy mal y que estamos desatendiendo.
En estos posts de mi blog podéis ver algunas sugerencias para poder influir positivamente en vuestro entorno. Las cosas se pueden cambiar, sólo hace falta voluntad y activismo:
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