Somos el resultado de lo que pensamos.
Nuestra mente consciente es sólo una pequeña parte de lo que representa el total de nuestra mente. Ésta es como un iceberg, y lo más importante, lo que nos determina, son patrones de pensamiento instalados en el subconsciente que son los que nos mueven desde dentro.
Esta realidad, ya percibida por los grandes sabios de la antigüedad, tuvo su máximo apogeo en occidente gracias al auge de las teorías de la psicología de la escuela de París: Charcot, Breuer, Freud, Couè, Jung...
La MEDITACIÓN es la técnica más poderosa y ancestral para aprender a escuchar a nuestro subconsciente, y aprender a conocer nuestros procesos internos.
Cuando meditas, aparentemente no sucede nada.
Pero poco a poco, empiezas a aumentar tu nivel de consciencia sobre lo que te rodea, aprendes a entender las motivaciones de tus actos. Empiezas a ver de verdad lo que ocurre en tu vida, por qué te comportas de determinada manera.
"Conócete a ti mismo" ( del griego γνῶθι σεαυτόν, gnóthi seautón) templo de Apolo en Delfos.
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