La suerte, la casualidad o la causalidad hicieron que acabara en un colegio franciscano en mi época del instituto.
Tuve la suerte de contar entre mis profesores, con frailes franciscanos misioneros que frecuentemente dejaban el colegio para marchar a otros países en labor humanitaria. De ellos aprendí mucho y me gustaba su actitud permisiva y comprensiva. Aunque había unos cánones y unas normas que seguir, lo cierto es que había bastante libertad. Recuerdo algunas anécdotas, como cuando uno de los frailes me preguntó en mi época heavy (con el pelo más abajo de los hombros), en tono bromista:
- Santiago, ¿por qué no te cortas el pelo? Y yo respondía arrogante en el mismo tono sarcástico: - Porque me gusta llevarlo largo como Jesucristo.
O en aquella excursión a Italia, a visitar entre otros pueblos, el de Asís (antes del fatídico terremoto de los años 90), mientras íbamos en el autobús:
- Fray (X, prefiero no quiero citar nombres, por respeto a su intimidad): ¿tú crees en la reencarnación? - No Santiago, los católicos no creen en la reencarnación. - Ah, pues yo sí, ¿entonces no soy católico? - Bueno, no pasa nada, sólo que no eres un católico convencional.
Como me empecé a juntar con amig@s ate@s, gracias a ell@s empecé a reflexionar, lo cual me hundió en el racionalismo más extremista, hasta que llegué casi al punto de volverme un obseso intelectual sin remedio, buscando respuestas en la filosofía y la psicología.
Ahí apareció una de las profesoras de la facultad, mi maestra Bienvenida, que nos recomendó leer:
Si alguna vez he tenido una experiencia mística, fue el día que un compañero de clase que se compró el libro, me empezó a leer algunas líneas. En ese momento ocurrió algo. De repente sentí como un despertar. Como si hubiese estado viviendo en el letargo de mis pensamientos toda mi vida. Desde ese momento me convertí en una tortura para aquellos que me rodeaban, hablando a todo el mundo de ese libro y de mi profesora, la cual, gracias a ese libro me había sacado de un pozo en el que me había sentido inmerso toda mi vida.
A partir de ahí, comencé a indagar en religiones orientales, como el hinduismo y el budismo, llegando un día a mis manos un ejemplar del Baghavad Gitá, de una forma misteriosa y sorprendente. Conocí el Yoga, el Taichi, el Chi Kung y la Meditación y empecé a hacer una vida más física y menos intelectual. Me empecé a interesar por terapias naturales y a raíz de mi amor por la Psicología, descubrí terapias como las Constelaciones Familiares (que vienen de una línea más occidental, partiendo del Psicoanálisis freudiano).
Durante mi estancia en Hollywood, donde el mundo de la espiritualidad es muy libre y cada uno sigue su propio camino, leí "The Secret" y otros libros espirituales y supe de la existencia de Paramahansa Yogananda.
Leyendo a Yogananda, fue cuando empecé a atar cabos, pues todo lo que leía de él coincidía con todas mis intuiciones desde pequeño, que además solía escribir en canciones, como por ejemplo, que todas las religiones hablaban de la misma Verdad y que no eran más que tergiversaciones e interpretaciones.
"El Yoga de Jesús", o "Autobiografía de un Yogi" me dejaron impresionado, pues mis amig@s y familia ya me tomaban por loco o por tonto cuando decía que la gente se piensa que Jesús hablaba en modo figurado cuando decía lo de "poner la otra mejilla", y yo decía, es que en verdad ¡¡¡"habría que ponerla"!!! (aunque de esto son solo capaces los sabios más humildes e iluminados)
Cuál es mi sorpresa, cuando leo en los libros de Yogananda, que él es un gran admirador de San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, San Francisco de Asís... los grandes místicos españoles!!!!
Empecé a investigar en las religiones y me di cuenta de todo el "tinglado" que hemos montado a raíz del Concilio de Nicea: cuando se decidió que Jesús era Dios. ¡¡¡Ya decía yo!!! Buff, ¡¡¡cuantas discusiones he tenido desde pequeño con amig@s, porque yo no concebía que Dios pudiese caber en una persona!!!! Y muchos católicos o evangélicos lo definen como el "misterio" de la Santa Trinidad. Yo lo describo como ¡¡¡¡¡el lío padre que nos han contado desde hace más de 1000 años!!!!
Desde mi punto de vista, es muy fácil decir: "sólo Jesús puede hacer milagros, porque Él es Dios, y tú no" Pero si el mismo Jesucristo nos dice en La Biblia:
Juan 14:12 “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.” (el Padre, es decir a la Fuente Divina del Poder y la Creación, el Chi, el Ki, el Prana, el Tao, el Dao, Dios, el Demiurgo)
Marcos 16:17: “Y estas señales acompañarán a los que creen: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán nuevas lenguas, tomarán en las manos serpientes; y si beben algo venenoso, no les hará daño; además pondrán las manos en los enfermos, y estos sanarán."
Curioso, porque a raíz del Concilio de Nicea, surgieron las "guerras crísticas" y se armó "la de Dios es Cristo", ya que grupos cristianos como los arrianos (que ahora son considerados herejes), se manifestaban porque afirmaban ¡¡¡¡que Jesús no era Dios, sino una encarnación de Dios!!!! Curioso también que las guerras entre "moros y cristianos" han sido a causa de que los musulmanes creen que Jesús o Mahoma son sólo Maestros o Profetas y los cristianos se reafirman en que Jesús es Dios y que hay que convencer (evangelizar) al planeta de esto (cuando Jesús sólo pretendía "evangelizarnos" en el "arte de utilizar la Fuente o Energía Divina" para sanar!!!!!!)
¿No es incongruente que en la Inquisición los mismos católicos juzgaban a los magos y brujos, y ahora se duda de la acupuntura, el Chi, la Energía o el Reiki?
Por qué hay tantos científicos que son "creyentes" y no creen en la terapias naturales, ¿si es precisamente de lo que nos hablaba Jesucristo?
Es curioso que en la India, hay muchísima gente que está convencida de que Jesucristo vivió y murió allí, que aprendió de Buda a sanar.
Hay un documental reciente en inglés que se llama "Jesus in India" y que habla de los años perdidos de Jesús, basado en unos documentos que un arqueólogo dice haber encontrado en el Tíbet. Tanto Nicolas Notovich como Nikolas Roerich afirmaron haber leído esos documentos.
Luego está todo el tema de los libros apócrifos de La Biblia, "El Código Da Vinci"... hay muchas contradicciones.
Curioso también que en el curriculum de los estudios de Teología en Europa (se pueden consultar los temarios en la web de cualquier universidad), apenas se estudia otra religión que no sea la católica. No se estudia el Bhagavad Gitá y los Upanishads en profundidad, la Cábala, los Sutras Budistas, el Corán...
Recientemente he leído el Sutra del Diamante, el documento impreso más antiguo impreso (muchos años antes de la imprenta de Gutenberg), son enseñanzas de Buda, y me coincide todo lo que dice con el Baghavad Gitá o La Biblia.
Yo sigo investigando.
Atentos a este cuadro de José Benlliure y Gil (1855 - 1937) en el que sale San Francisco de Asís y Santa Clara, meditando con posturas iguales a las que usan los monjes tibetanos y budistas.
Y aquí tenéis un poema del éxtasis de San Juan de la Cruz, muy parecido a lo que expresan los yoguis y budistas que han experimentado el estado de samadhi o nirvana:
Más sobre la experiencia del éxtasis en los místic@s cristian@s:
http://quijotediscipulo.wordpress.com/2012/05/05/la-experiencia-del-extasis-en-los-misticos-cristianos/
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Gracias y un saludo! 😊
Santiago Pigmalión.